LOS MISERABLES
Las teorías modernas sobre la lucha contra el delito postulan la rehabilitación de quienes incurren en conductas consideradas contrarias a la sana convivencia de la sociedad, pero la realidad es que nada hace el estado colombiano por obtener esa rehabilitación. Por el contrario, se limita a aumentar periódicamente las penas, olvidando que el delito es fruto de las condiciones sociales y económicas que cada sociedad vive, y de otra parte los sitios de reclusión en lugar de operar como centros de rehabilitación, son verdaderas y refinadas escuelas del delito, donde se mezclan la drogadicción, la extorsión, el alcoholismo, los abusos sexuales, el asesinato, el tráfico de influencias y la corrupción que incluye a los ejecutivos y carceleros, por lo que terminan convirtiendo a sus huéspedes en delincuentes más diestros, en monstruos dispuestos a cobrar venganza de esa sociedad que muchas veces de manera injusta los ha condenado al olvido, sin reparar, como ya anoté, que en muchos casos