TREMENDA PARADOJA

 

El paranoico dictador se enfrenta al poder judicial cuando profiere decisiones que no consultan sus intereses y los de sus compinches, y es respaldado por su sibilino amanuense, el subpresidente; se apodera de la fiscalía haciendo nombrar a uno de sus adoradores; propone y hace nombrar bufones en la Procuraduría y la Contraloría; toma decisiones en contra de los intereses nacionales, y de sus recursos naturales, faltando a sus promesas electorales; hace aprobar del genuflexo Congreso leyes en favor de sus patrocinadores y correveidiles; en actitud de sospechosa complicidad, no critica, no protesta,  y ninguna medida toma, ni procura, para evitar el exterminio sistemático de testigos, críticos, opositores y contradictores; anunció que pretende cambiar las Altas Cortes, pero en la campaña para hacer elegir a su melifluo títere, asustaba a los colombianos diciendo que íbamos camino de una dictadura como la de Venezuela.