A FALTA DE URIBITO...


Al Presidente Uribe, se le cayó la estantería, cuando su carnal del alma, Uribito, no fue capaz de ganar la candidatura del Partido Conservador (porque los dos son bien goditos). Luego de examinar con detenimiento a todos sus cantidatos, a disgusto suyo, pensó que el único que podía serle fiel y no abandonarlo a su suerte en la Corte Penal Internacional, era Juan Manuel Santos, aun cuando por la semblanza tan acertada que hace María Jimena Duzán de los dos en Semana, no es que se le parezca mucho. Veamos un extracto del artículo, que pueden leer completo haciendo clic en el título de este escrito.

“Uribe es un paisa que se viste de Everfit, y Juan Manuel es un cachaco que manda a hacer sus vestidos a la medida en Londres. Santos es sobrino nieto de un ex presidente y, en cambio, Uribe es pariente de los hermanos Ochoa, la primera generación de narcos que tuvo este país. Álvaro Uribe es por sobre todo un político emergente, y Santos, en cambio, pertenece al arrogante establecimiento bogotano. A uno le gusta montar a caballo y adora la boñiga de ese animal. Al otro, en cambio, le gustan los caballos, pero si acaso apostar por ellos en el hipódromo de Londres.

“En otras palabras: Santos representa a esa 'oligarquía bogotana' que Uribe tanto detesta, la misma que ha desacreditado cada vez que ha podido en estos ocho años de gobierno por considerarla un grupo caduco de holgazanes que se la pasan de coctel en coctel rascándose la barriga y moviendo los hilos de las intrigas como si ellos fueran todavía los dueños del país.

“Hasta hace unos años los dos fueron enemigos políticos que navegaron en orillas distintas a pesar de que los dos eran liberales. En épocas del 8.000, cuando Juan Manuel Santos se entrevistó con 'Raúl Reyes' de las Farc, Carlos Castaño de los paras y el intocable Víctor Carranza, con el propósito de armar con ellos un nuevo gobierno que tumbara al de Samper, Álvaro Uribe estaba con el 'elefante'. Bajo la presidencia de Andrés Pastrana, el dueño del Ubérrimo fue el primero en protestar por la zona de distensión que Juan Manuel Santos propuso, y mientras el político bogotano nos salvaba de la hecatombe económica -eso dice él en sus cuñas políticas para exaltar su gestión como ministro de Hacienda de Pastrana-, Uribe lo demandaba por haber aprobado un presupuesto corrupto y politiquero con el argumento de que les daba vía libre a los auxilios parlamentarios.

“Desde hace unos cuatro años Juan Manuel Santos milita en el uribismo. Hoy no sólo va de puntero en las encuestas, sino que por la forma como actúa y habla él, ya se siente Presidente.

“El hecho de que Álvaro Uribe le haya escriturado su legado al uribista que menos lo interpreta demuestra que en lo único en que se parecen Santos y Uribe es en que ninguno de los dos tiene convicciones. Y que según sus postulados, aquellos que las tienen son unos completos imbéciles. Con este uribismo tan arrogante y tan volátil, el que parece que tuviera párkinson no es Mockus sino Santos.”

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