DELINCUENTES CON ÍNFULA DE SEÑORES





Además del hecho innegable de que ahora si pueden los terratenientes visitar sus latifundios y sus fincas de recreo, acompañados apenas de un ejército de paramilitares, hay que reconocerle a este gobierno todo el esfuerzo que ha hecho para mantener en sus filas a la mayoría de los lentejos del Congreso de la República. Sabemos que no es por fidelidad ni por honrar su amistad. Ingenuo sería pensar así. No señores, de lo que se trata es de pagar favores, y de manera especial, la forma como se han limpiado el jopo con la Constitución de la República, con tal de mantener al capo mayor en la Presidencia, pues así garantizan también sus propias canonjías. La política de hoy y ahora es: dare e ricevere, como diría el Primer Ministro Silvio Berlusconi. No ha sido poco lo que desde la Casa de Nari se ha planeado y se ha permitido en beneficio de sus compinches. Además de las rutas del narcotráfico que explotaba, o explota, el CARTEL DE LAS TRES LETRAS para sostenimiento de las autodefensas, con autorización de Uribe, -según cuenta Rafael García-, pasando por el intento de desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia, presentándola como si estuviera integrada por la misma clase de delincuentes que han hecho nido y pelechan en el Congreso y en el Gobierno, debemos recordar la forma como acallaron las confesiones de los desmovilizados jefes paramilitares enviándolos a la Justicia Norteamericana, a quienes en público les pedían decir la verdad de sus crímenes y del fenómeno paramilitar, pero en secreto los amenazaban con la extradición para que no comprometieran a las vacas sagradas del Congreso y del Gobierno.

Pero lo de ahora si es monumental y hasta cómico, podríamos decir, si no fuera por la inmensa gravedad que la propuesta entraña. Un ilustre desconocido parlamentario nariñense, coincidencialmente, horas antes de que el Presidente fuera hasta Pasto a imponerle una condecoración por su osadía, propuso, sin fundamento alguno, que los delitos de sus pares del Congreso los juzgue una corte especial, para que el mundo entienda que los delincuentes del Congreso de la República son de una categoría también especial. No deja de preocuparnos la propuesta, porque la pandilla uribista ha demostrado que no tiene escrúpulos cuando de imponer sus conveniencias se trata. Pero nuestra preocupación se ha tornado en desesperanza, cuando recordamos el diagnóstico que el médico y criminólogo Italiano, -conocido con el pesudónimo de Cesare Lombroso- hace del delincuente nato, cuando se refiere a la terapia del delito, pues estimamos que su tesis para combatir este tipo de delincuente es francamente inviable en nuestro Estado Social de Derecho. Dice el maestro: "En realidad, para los criminales natos adultos no hay muchos remedios: es necesario o bien secuestrarlos para siempre, en los casos de los incorregibles, o suprimirlos, cuando su incorregibilidad los torna demasiado peligrosos" En nuestro tiempo, y en Colombia, el profesor Lombroso estaría más chuzado que Piedad Córdoba o los Magistrados de la Corte S. de Justicia.

P. D.- En este ubérrimo país, donde se chuza a los opositores del Gobierno por obvias razones, y a los amigos, por si acaso, falta por ver si aparecen casetes con grabaciones de las audiencias de la Corte Celestial, pues la paranoia de los ocupantes de la Casa de Nari no los deja confiar ni en su propia madre.

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