ESPERANZA INÚTIL...?

En octubre de 2004, época en la que estaba residenciado en la capital de la República, escribí este artículo, titulado LOS INDESEABLES PARASITOS, que nunca pudo ver la luz púbica, seguramente por la crítica que tuve la osadía de hacer al "periodismo no comprometido". Lo he desempolvado, porque el personaje al que me refiero, parece que está preparando otra estratégica voltereta, para conservar su curul en la Cámara, y así completar su tiempo de jubilación. Ojalá la pirueta incluya la devolución de la Casa Liberal de la que hace ya varios años se apropió indebidamente. ¿Y de los parques y zonas verdes qué? No perdamos la esperanza de que se recuperen para el municipio de Cúcuta. Parece que hay ruido de sentencias.

"En los viajes, resulta inevitable tener experiencias desagradables, como por ejemplo, toparse de manos a boca con cualquier parásito de nuestra sociedad. Como todos sabemos, existen parásitos en las tres ramas del poder público que han pasado su vida entre la disipación y el vicio, manteniendo sus bajezas a expensas del erario público, al cual se adhirieron como sanguijuelas para alimentar su incapacidad con los sueldos, las dietas y los jugosos viáticos. Muchos de ellos han obtenido títulos en las universidades pero no aprendieron a ejercer profesión alguna, y sólo saben saltar de rama en rama en el frondoso árbol de la burocracia, cambiando de rama cuando aquella que los soporta se marchita o se seca, o por alguna circunstancia de la política se presenta algún fuerte sacudón, maniobra que saben ejecutar a la perfección sin perder el equilibrio ni dejarse caer. Estos son los especímenes que tienen la propiedad de caer para arriba.

"Esta clase de bichos los encontramos en los ministerios, en las superintendencias, en los institutos, en los departamentos, en los municipios, en la rama judicial, en el Senado y en la Cámara. Algunos de ellos, con la enana dignidad propia de un timador, han admitido auto-degradarse, colocando su hinchado trasero en cargos de inferior categoría y remuneración, con tal de no soltar la ubre oficial, y ahí siguen con toda desfachatez esperando la jubilación, para seguir haciendo lo que vienen haciendo desde hace largos años: absolutamente nada.


"Pues bien, ese fue el encuentro que tuve el desagrado de soportar en mi último viaje a Cúcuta, donde pude enterarme de la postración moral en que se encuentra la administración pública en esta zona del País. Tuve también la oportunidad de contemplar varios exponentes de nuestra clase emergente, personas con rostros adustos que parecen tallados en piedra y a golpes de porra, cabellos hirsutos, algunos largos otros cortados muy bajo, gruesas cadenas de oro al pecho semi-descubierto, pistola al cinto y lentes grandes y oscuros, como tratando de ocultar aviesas intenciones. Evidentemente, muchos son forasteros.


"En menos de dos horas de mi arribo a la ciudad pude enterarme con alarma y estupor de que en Cúcuta se están vendiendo los parques y las zonas de cesión de las urbanizaciones, es decir las zonas de uso común. Naturalmente, no tuve tiempo de verificar la noticia, pero pienso que no puede ser verdad. Ante semejante despropósito pregunté: ¿Y qué está haciendo el periodismo no comprometido, los conspicuos asesores de la administración, la Personería, el Curador Urbano, la Procuraduría y la misma fiscalía? La respuesta no podía ser más desalentadora: Nada. Todos están ciegos, sordos y mudos. Si esto es verdad, estaremos ante un caso de desmedida y torpe voracidad de nuestra clase emergente, que por lo visto aventajó en vicios a la clase política tradicional. Pero no se necesita ser arúspice para predecir que ya llegará el llanto y el crujir de dientes, porque su reinado no va a ser eterno y al final, si no todos, por lo menos los más temerarios, obsecuentes y serviles, terminarán en la cárcel pagando tributo a su mostrenca osadía."

Comentarios

  1. El artículo no pudo ver la "luz púbica", osea del pubis, o será la luz PÚBLICA??

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